En el cruce de las vías donde se
inician todos los destinos; en el puerto territorio de espacios translúcidos
donde abordan los navegantes hacia sus próximos puertos; en la estrella más
tenue desde donde se avanza hacia un archipiélago de galaxias; en el portal de
tu alma, me detengo para apreciarte, y en toda tu grandeza, me formas las alas,
me pones branquias, me haces luz, para todos tus campos: al volar, al navegarte
y al pernoctar en tu espacio estelar; siendo tú mi vuelo, mi mar, mi universo y
todo camino en el cual tu mano me invite a pasar.
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