Hay espíritus que
siempre nos acompañan,
Nuestros mismos
pasos a veces nos caminan encima,
Todo vemos, y en nuestras
visiones nos encontramos.
Ahora te veo en mis
rezos, y en ellos tu alma que se anima
a vivir lo más
hermoso, el miedo que te inclina
a perder lo perdido,
la libertad de tu vida.
Y en aquella, tu
pensamiento libre no se inspira,
pero del poco tiempo
que le queda en su vigilia,
se agregan muchos
mundos, pesares y fantasías.
Y los espíritus nos
caminan, y tu alma todo lo que ansía,
aquel el placebo de su vida,
siente la dulce
sucesión de tiempos en los cuales
conmigo tú te perdías.
Acaso en el cauce de
nuestros vuelos lunares,
recuerdas que en mis
rezos pudimos ser completos?,
que en la súplica
del momento para que de mí no te separes
nos perdimos de nosotros
queriendo hacer lo “correcto”?.
Y ahora tú, que apenas
de reojo, me miras
Y yo, que apenas de
tiempo, te cuido
Y tú, que te
esquivas
y yo que te pido.
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