Selvático
silbido de rezos guturales, resuena como eco de vivos conciertos, de una mezcla
entre agudos y graves, de mirlos y gorrioncillos, recorriendo el valle de tu
plexo al momento exacto en que sonríes.
Se
provoca la figura de una deliciosa curva, en la maravilla de tu boca,
sonrojando aun más tus labios. Mi ansia se imagina la mordedura de tu pasión,
encarnado en la fuente de tu lengua, bebiendo a gotitas de placer de toda tu
saliva; apetitosa experiencia, que fascinan mis días, y como autómata que junto
a ti germina, cierro los ojos y tú me invitas a saciarme de magia divina, al
tacto de mis labios con tu risa.
Resuena
la vida, tu sonrisa, te acaricio las mejillas. Te beso; me besas y todo es una
maravilla.
Conciertos
de todos los cantos de millones de aves celestiales que rodean nuestros labios
cuando me regalas con besos el eco de tu sonrisa.
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