De pronto en tu trotar, en un gran salto, cruzas las nubes buscando un
calor aliviado, llegando a tierras bajas, arenas blancas y sigues tu carrera
respirando aquel olor que sucede cuando las olas hacen espuma al filo del mar;
y retumbas las playas, sigues en tu trotar, y te zambulles para correr bajo el
agua y en un gran salto, te ves acompañada de hipocampos que cabalgan junto a
ti relinchando su fascinación ante tan inusual jornada; las medusas abren sus
burbujas invitándote a un descanso, los delfines te escoltan cuidando de tu
paso, y todo el plancton ya se ha conectado anunciando que lo más hermoso que
estaba por llegar, ha llegado.
Dentro de mi mar, habitas y todo en su lugar te pertenece y hace
fiesta cuando nos miras, las aguas burbujean su emoción, los peces danzan, las
algas forman marquesinas que engloban a miles de sirenas que te hacen el coro
cuando cantas tu alegría, ahora que habitas en el mar del alma mía.
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