Como oda de timbre elevado, resaltando un alegre
pentagrama dibujado en las olas de la playa, cuando pasas tu mirada por el
manantial de donde se originan las almas; así te escuchan los cisnes que
habitan su morada en aquel paraíso en el que tú eres la guardiana.
Y tu labor es amorosa, tu actuar excelso, y
te vislumbras como la creadora de generaciones de espíritus perfectos, y los
cisnes te aplauden con sus alas, te acompañan fascinados de tu talento.
Y continúas tu mirada, y con ella la armonía
llega a su apogeo. Todo vive cuando todo se refleja en tus ojos, y de todas las
almas, cuando pasa eso, van sucediendo ecos de suspiros que retumban en el
universo. Y todos los cisnes buscan tu mirada para continuar con su vuelo
eterno.
Los cisnes de mi amada se asoman de forma
continua por la ventana de mi alma, vislumbrando mi camino.
Y mi novia, convive dentro mío habitando cada
rincón de mi cuerpo haciéndome su morada; y yo la siento recorrerme completo,
saboreándome las venas, haciéndome su manantial y así volviendo a su amoroso
ciclo de guardiana de las almas que se crean cada vez que me encuentro con
ella.
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