Paso elegante, alto
taco, labios secos, copa que espera, alma perfecta; la espiral se expande y tus
pies alquimistas han ido transformando cada peldaño, desde la madera en sus
inicios, al acero a la mitad del camino, y así embelleciendo cada ciclo, hasta
dorarlo todo; y ahora que empieza tu paso de oro, cada vuelta es un inicio para
que, desde el balcón de tus ojos, veas que lo vivido ha sido para fortalecer tu
espíritu. Hoy empieza todo, la sonrisa más grande, el camino más brillante, la
copa abundante, y la mano de Dios levantándote por los aires, haciéndote su
viento, susurrándote hermosos destinos. Negación, mentira y olvido.
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FUENTE
En la fuente de aguas
sulfurosas, junto al volcán; me humedezco de vapores aromáticos sudando el
cuerpo, respirando líquido de fuego que emana de la madre; y en la pequeña cochita
me cubro de calor, sudando los poros en amor, recordando que te pertenezco.
Me resguardo en la orilla, me sujeto a un rincón de aquel secreto lugar que te ubica como divina, y descanso refugiado a la orilla del perfil de tus senos; manantial de agua viva, volcán de pasión, me perfumas en aromas de vapores amorosos que provienen de tu interior, haciéndome un baño de calor, que me purifica el alma, me sonroja la piel, me doblega el sentido, bañándome en tus fluidos, haciéndome pertenencia tuya; y así me entrego, en el cáliz, en la fuente termal de tu cuerpo. Fuente cálida de amargura.
Me resguardo en la orilla, me sujeto a un rincón de aquel secreto lugar que te ubica como divina, y descanso refugiado a la orilla del perfil de tus senos; manantial de agua viva, volcán de pasión, me perfumas en aromas de vapores amorosos que provienen de tu interior, haciéndome un baño de calor, que me purifica el alma, me sonroja la piel, me doblega el sentido, bañándome en tus fluidos, haciéndome pertenencia tuya; y así me entrego, en el cáliz, en la fuente termal de tu cuerpo. Fuente cálida de amargura.
TRISTE ALEGRÍA
Día de sol, el astro
descansa, la lluvia bendice las almas, y sé que tu mirada está detrás de las
nubes. Amaneces día, calientas la vida de quienes te piensan; y estás en mis
fantasías como memoria viva de todo paso, que origina un cáliz de
perspectivas secretas, del gran misterio de existir y beber el prana que la
divinidad respira.
Día de sol,
con frío húmedo de lágrimas de época que anima al pensador sentarse en la cima
de su algarabía y recapacitar que la alegría es una forma de tristeza; y que la
triste somnolencia del día nos mantiene en la espera de un brillito de luz del
astro rey que bendiga con calor la paciencia de esperar la plenitud del día.
La somnolencia de tu
triste alegría despierta el día con silencio, y viento que desparrama fríos;
abre más los ojos del alma, vida mía, que tu luz cubra de bendiciones a toda tu
tierra, a todo lo que miras con la vista del corazón. Triste alegría.
SUSPIRO PARALELO
Camino al viento, los
rayos del sol, el turquesa del levante y apenas abres el ojo para mirarme;
despiertas. Me piensas. Te abalanzas soñando luego del sueño,
imaginándome a tu lado al dejar el regazo. Me ves. Me amas, te levantas.
Me suspiras.
Camino a tu cuerpo, la
luz de tus manos, el blanco puro de los faros guías en tu mirar, para regalarme
la vida al iniciar el día; despierto. Te pienso. Me abalanzo a un nuevo sueño,
luego de haberte soñado dormido, imaginándote a mi lado al dejar el regazo.
Te
veo. Te amo, me levanto del otro lado. Te suspiro.
BESO LEJANO
De puntas los
pies, empeñado en un salto, apenas te toco cielo nublado. Las nubes escampan tu
azul, tornando los blancos en aguas dispersas que mojan los senderos por donde
caminan mis besos, a contravía en dirección de tus labios.
Cielo azul,
escondido en manto ópalo; sol enfundado en frío, manantial congelado.
Tu risa
es un eco lejano.
Tu cuerpo un destino anhelado.
Entre frío, silencio, amor,
azules y blancos, te extraño sueño, vida, amor, camino, sol, manto de tierra
con tristeza en llanto.
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