Odiseo
contempla las aguas en horizonte, en el disfrute del ocaso en su sien; el
reflejo de los dioses hace espejo en la armadura mientras la espesa blancura de
las nubes en el cénit hace figuras de Penélope en el risco de la cañada, se
absorben silencios, enamoramientos.
Cantan las
sirenas.
Naufragan los
marineros.
Fantasía
escarcha, lluvia dorada, navegar los sueños, abrigado en el perfume de tu
aliento, mientras te busco fascinado en el paraíso de tu cuerpo, sabiendo que a
tí voy, a ti llego. Siempre llevado por tus vientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario