Libélula baila con zancudo, zumbando
orificios en el agua, acelerando espirales en los cuales centrífugamente aletea
la pareja intentando mantenerse juntos. Los círculos son gigantes para su
tiempo y su encaje.
Aparece otra danza, el agua, en sus giros,
como espíritu viviente, emerge tiernamente, y en forma de amor, en esferas,
centrípetamente transforma las alas con dirección a su centro.
Libélula y zancudo, tomados de la mano,
bailan besados. La pasión los desborda hacia el contorno, el amor los atrae
hacia el otro.
Libeluzancudo, pasión y amor,
centrífugo-centrípeto; así como en lo pequeño, así en lo grande: Tu y yo.
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