Medianoche y te
amo… las luciérnagas colorean círculos portales que en su vuelo generan
torbellinos ilusiones, que en locura de tornados, dirigen los pasadizos por
donde aparece tu nombre, desde el otro
lado de aquel río atajo de realidades, y celebras todos tus ritos; y yo
extrañándote desde la otra orilla, viendo como sonríes, escuchando tus
pensamientos, espiando tus deseos, anhelando ser tu centro.
Buena noche, noche
buena, dulce estrella, muñeca bella. Son ya las horas de que me envuelvas, y me
lleves a tu caudal de círculos de tibia pureza.
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