No basta el silencio para distraerme hacia ti, no bastan los perfumes,
los olores de ambrosía para deleitarme de ti, ni bastan los paraísos para
desear compartirlos contigo. Los sueños de acacias con flores de mirlos vigilan
atentos la forma en que decido pensar mi bastedad de cómo quisiera bastarme de
tu beso en la caricia del alma.
Bastas tú para estar en ti, basta tu pensamiento para moldear la
realidad hasta tus formas, y el resto desaparece y ya no existen el silencio,
ni aromas, ni paraísos ni resplandores que no estén impregnados de tu esencia,
savia nueva.
Bastas tú para hermosear los sueños de acacias con flores de mirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario