TU PALABRA, MI NOMBRE

La identidad de un ser se estructura a través de la fortaleza de su palabra, y el hecho de sabernos humanos para el que nos crea, nos designa delimitando las formas que nos contienen como persona. Concepto y definición permanecen latentes al nombrarnos  y nos verifican como entes sociales cuando estamos conscientes de todo lo que nos rodea. Soy la noche lunar azul, según mis ancestros; mi nombre: Santiago. Me he formado recolectando las vivencias de mis abuelos que vivieron a coincidencia de ir generando seres que nacieron  y vivieron únicamente como instrumentos para llegar a concebirme. Y aquí estoy, una causalidad del momento en el espacio.

Desde la creación de este duoverso, el intento escribió la línea de existencia para cada ser, ahora sé que la primera idea de ese infinito cuento debe haber sido tu nombre y de ahí todo se creó. Ahora existes. Ahora todo existe. Eres la génesis de mi amor.

Concepto  y definición. De todo este desvarío sugiero: Concíbeme como Amor, defíneme en el Amor, me gustaría ese nombre, pues ahora eso soy. Ahora, así te nombré. Si observaras a través de mí (que es mi anhelo) me verías así. Pues bien, tus ojos me pierden, tu mirada me encanta; no sé lo que ves, (quisiera ser tus ojos) entonces nómbrame como tú quieras, invéntame en tus personajes, estructúrame, eso es muy importante. Y en la aristocracia de tu confort, en la sofía de tu emoción, seré lo que designe tu palabra, y existiré como tal mientras permanezca como pensamiento en tu boca (Y espero… en tu corazón [alma]). Seré lo que tú quieras, tú me creas, desígname en tu designio, ahora mi estructura es la amorfidad de quien busca amoldarse a tu perfil: perfecta.

Como tú quieras, lo que tú quieras está bien. Quiero ser tu deseo, tu identidad.

Nómbrame en tu lenguaje. Hazme fuerte cuando me nombres, para ti.

Que la fortaleza que me designes, me regale la vida para protegerte, para dedicarte mi vida, para ser tu luz en tu soledad, y te sientas libre con mi libertad.

Seré fiel a tu designio.

Si me formas, si me nombras, yo sabré descifrarte: Amor.

Insisto, como tú me nombres está bien, así me gusta.