KARMAMOR

Buen placer el círculo que se dibuja con los dedos en el riesgo de convencer al yo que todo está bueno, y necesitamos la afirmación del entorno para sabernos bellos. Simple soledad del infierno cuando nos enlazamos al tormento de satisfacernos tan sólo con escuchar lo que queremos, y el resto de demonios salivando egocentros, vertiendo felinos gástricos fermentos, queriendo devorarnos en un sólo abrir y cerrar del ego. 

Es un riesgo que nuestra supervivencia nos anima a diario a recorrerlo, y en aquel averno no existe el sentimiento, los amores se dispersan en el cuerpo y se satisface apenas el oído queriendo leer lo que ya dejamos de leernos.

Fuga de espíritus desde el cielo, y desde mi nube te contemplo, y me bendices desde el calor de tu infierno. Subo hacia tí, me calientas, yo te refresco.