La sincronía disonante, rasgada en las
cuerdas de las líneas de la tierra manifiesta pautas de poder que se consideran
mágicas en las tradiciones de la naturaleza, los terrenales magos asientan los
pies directamente en la madre para poder recuperar aquel instinto de armonía
que siempre nos conversa, el mensaje está alerta, a veces con mensajeros que
como personas nos inquietan, y nos expresan lo dulce de vivir conscientes y
lúcidos, sin conflictos, con el alma despierta.
Estos sonidos son los que nos están
insistiendo continuamente como voz interna: libertad, Amor, prudencia,
inocencia, locura, desvarío, temor, paranoia, exilio, inseguridad, hastío; y
nosotros los decodificamos de acuerdo a nuestro código experiencial que produce
nuestras respuestas.
Entre sonidos y entre líneas, música y
escritura, canción y declaración de Amor, nuestra interpretación se basa en el
contexto en donde más sufrimos las experiencias, de ahí la ambigüedad de la
decodificación; pero siempre hay una verdad, no hay necesidad de buscar la
razón; y a la vista del dios, continuando hacia la meta retornamos a la ley del
talión: todo en esta vida se paga y de eso nadie se escapa.
Y así hay seres que divagan en estas líneas,
danzando en los sonidos y uno al verlos piensa que vuelan, por el hecho de
fascinarnos en su acto, sin ver los lazos en que se sujetan, observación y
observado se convierten en temas distintos de distinto punto de vista, se
separan los ojos y el corazón; cerebro y Amor, a veces se pisotean.
Así he volado contigo, así he caminado las
líneas y danzado los sonidos; y así en mi rastro destino, en mi Amor camino,
reitero mi acto de pasión, al haberte amado y seguirlo haciendo, con los ojos
cerrados y el corazón abierto.
En mi libertad Amor, la gratitud de mi tiempo
agradece todo tu tiempo, mi cuerpo seguirá esperando tu cuerpo, mi espíritu
fluirá hacia las energías que sintonicen
tu espíritu; y mi alma continuará en el Amor, donde siempre ha existido.
Hoy vuelvo a la madre con los pies desnudos,
la mirada transparente, el espíritu lúcido, el alma en el horizonte, y rodeado
de vapores de Amor que guían mis pasos para todos los caminos. TLAZOCAMATI.