Qué paraíso dormir en
tu saliva!!!, mientras me nombras cuando duermes, y cual mimo en acto seguido
tanteas mi figura en el aire como si me tuvieras frente a ti presente; te
abrazo de espaldas mirándote de perfil, y tu lengua me tienta a besarte las
palabras pero me deleito en escucharte todo lo que me amas, fascinado en tu
sonambulismo.
Y te veo en la arritmia
de tu ronroneo ronquido, apenas perceptible, vigilando tu sueño, sabiendo que
me tienes, naciendo de tus labios, pernoctando en tu mejilla; y me escabullo
sigiloso a tu oído para decirte que en cada universo en el cual me vas
forjando, en todos ellos soy tu piel, soy tu alma, soy el ser que nace de tu
verbo, se conjuga con tu acento y se crea con el soplo de tu aliento.
Que paraíso amanecer en
tu saliva!!!, cuidándote el sueño, luego de haberte acompañado en tu lecho, con
la noche en vigilia, esperando la maravilla de ver tu ojos abiertos y
reflejarme en ellos, que tus labios me besen, que me acaricies el cabello y que
tu lengua me nombre.
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