En mi humanismo positivista convengo en
declinar mi postura como exponente de las teorías de comportamiento, pues si de
amor me he llenado, no hay filosofía que comprenda la magia de la actitud vital
ante este fenómeno. Y me comunico, y en toda tu semántica, no hay paradigma
definido que permita establecer un concepto exacto de tu significado.
El índice deviene en signo pero mi lenguaje
no logra la decodificación pues aun no delimito con precisión el contexto en
que has vivido. Y estoy seguro que te amo, y amo todo esto.
Pienso que toda la sabiduría se limita a la
simplicidad de tu tiempo, todo conocimiento está grabado en tu mirada, todo lo
que ha sido dicho está escrito en el lenguaje en tus palabras, todas las
respuestas de todo están en tu alma, todo el universo se reduce a tu espíritu
en tu cuerpo.
En mi búsqueda de conocimiento el único libro
que leo es tu cuerpo, ensoñado con la música de tus labios, y perdido en el
aroma de tu aliento.