Te dibujo delineando mi
puntillismo en la densidad de tus blancos/negros y tus sombras; hago trazos
acorazonados para delimitar tus partes más hermosas (es decir: toda), con
rasgos perfilados en tonos cenizos para tus cabellos y escarlatas para tus
labios.
Para tu piel, la técnica destaca
una aerografía de tonos blancos, levemente cobrizos, de brillos anaranjados; y
es que te imagino de lado, y de marco un gran océano justo en el encuentro del
ocaso.
Sigo pincelando y apareces
completa y desnuda, entera y con dudas, en una sola pieza de arte; elevada el
ego por tu entorno, por el océano, por el sol, por el ocaso, por enamorarte; y te
sonrojas, y en tu timidez no me queda más remedio que arroparte: pechos rosados
(con puntitos marrón), caderas cafés, y yo como una sombra cubriéndote tus
partes, justo antes de acostarte.
Vestida y acremada, me buscas en
tus sueños para que pueda desnudarte.
Y amarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario