La legión y las hordas, hoy ya
perciben mi anhelo de vuelo, y se instalan en las nubes como queriendo
disfrutar de todo lo que me adorna el camino cuando, al buscarte sé que voy a
estar contigo.
Y ya han dispuesto, ángeles y
demonios, hacer las paces mientras dura la excelsa conjunción de encontrarnos
completos, cubriéndonos del aroma de nuestro amor, embriagados en nuestros
besos.
Cielo e infierno, toman asiento,
primera fila para el mejor momento, aquel en el que nuestros ojos se miran, los
labios se encuentran, las lenguas se miman, las manos se enlazan enredándose en
caricias y los cuerpos se funden en un solo soplo de vida.
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