Ni todo el todo en su esplendor adquiere la majestuosidad de la luz en
chispas cuando tus pasos me caminan; me encanta la forma en que haces
turbulencias al viento moviendo las caderas cuando te me acercas, me fascinan
los besos que me piensas apenas me imaginas, y así me guardo yo en mi energía
para la entrega diaria de mi vida para tu vida.
Privilegiado en tu amor, me salvas y bendices con
tu lengua; refugiado en tu cuerpo, me proteges con tus caricias, haciendo de
mis manos un hermoso lienzo de tacto para cosechar besos en todos los besos que
nos regalamos.
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