Habilítame un nivel en
tu alma para caminar de pasillo en pasillo amoblando con sueños los rincones
más resbaladizos, de tal forma que siempre caigamos en ellos.
Arrincóname en tu mano,
acurrucando los sentidos, durmiéndome el olvido, hasta volver a tu camino, y de
soplo en susurro de aliento divino, me des nueva vida, me renazcas como niño.
De tu mano a mis pasadizos, regálame puentes de miradas para que me ilumines la piel en el habitáculo de tu alma.
De tu mano a mis pasadizos, regálame puentes de miradas para que me ilumines la piel en el habitáculo de tu alma.
Hazme
crisálida, metamorfoséame con tu magia, regálame la vida de volar entre tus
alas.
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