Oscura ciénega labrada
de olvido,
sentado al borde del precipicio,
respiro,
sentado al borde del precipicio,
respiro,
profundo
néctar, suave psicodelia,
fondo
almizclero, aroma de esencias.
Me miro en
el río, la base de piedras,
sanguijuelas
y niguas aconsejan mi pena,
todas ellas
de mi sangre repletas.
Absorto en
la corriente, razguñando las heridas,
te miro
desde dentro, caminando en la orilla,
El corazón
palpita,
y reza al
alma que dentro suyo habita:
Luz
almíbar,
beso
chocolate,
extiéndeme
tu mano,
dame tu
respiro,
sácame del
fondo,
llena mi vacío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario